La caldera no calienta el agua pero si la calefacción

En las épocas de frío, contar con una caldera que funcione correctamente es fundamental para mantener un ambiente cálido y confortable en nuestro hogar.

Sin embargo, en ocasiones nos podemos encontrar con el problema de que la caldera no calienta el agua, lo cual puede ser una situación frustrante y preocupante.

Pero no todo está perdido, ya que aunque la caldera no caliente el agua, puede seguir proporcionando calefacción a nuestro hogar.

¿Por qué la caldera no calienta el agua pero sí la calefacción?.

Hay varias razones por las cuales una caldera puede dejar de calentar el agua, pero seguir proporcionando calefacción.

Una de las causas más comunes es la acumulación de aire en el sistema de calefacción, lo cual puede impedir que el agua circule correctamente y por lo tanto no se caliente.

Esto puede suceder por diversas razones, como tener que purgar los radiadores o por una fuga en el sistema que permita la entrada de aire. Otra posible causa es un fallo en la válvula de tres vías, la cual es la encargada de controlar el flujo del agua caliente hacia la calefacción o hacia el sistema de agua sanitaria.

Si esta válvula se atasca o se avería, puede provocar que el agua caliente no llegue a los radiadores, pero sí a la calefacción.

También puede ser que el termostato de la caldera esté defectuoso o mal configurado, lo que hace que la caldera no reciba la orden de calentar el agua.

En este caso, la calefacción seguirá funcionando ya que el termostato de la misma es independiente al de la caldera.

Otro factor a tener en cuenta es la presión del agua.

Si la presión es muy baja, la caldera no podrá calentar el agua correctamente, pero puede seguir proporcionando calefacción.

Por lo tanto, es importante revisar periódicamente la presión de la caldera para evitar problemas. ¿Qué hacer si la caldera no calienta el agua?.

Lo primero que debemos hacer ante este problema es verificar la presión del agua en la caldera y asegurarnos de que esté en el nivel adecuado, que suele ser entre 1 y 1,5 bares.

En caso de que la presión sea baja, podemos aumentarla siguiendo las instrucciones del fabricante de la caldera. Si la presión está bien y sigue sin calentar el agua, entonces podremos descartar un problema de presión y empezar a revisar otros posibles fallos. En primer lugar, es recomendable revisar si hay aire en el sistema de c.